El leopardo, potencia y belleza hechas felino

Gatito leopardo

Es uno de los cinco grandes y sin duda es un felino hermoso. El leopardo de hecho es el segundo felino más grande después del león y no cabe duda de que sus habilidades son formidables. Su visión, su sigilo, su velocidad sobre todo, son herramientas formidables que convierten al leopardo en una criatura maravillosa.

Por eso  la oportunidad de verlo de cerca en un safari es algo incomparable. Y es especialmente excitante la posibilidad de establecer contacto de cerca con él porque es una de las criaturas más maravillosas del planeta, pero también porque es una de las más amenazadas. Son pocos los reductos en los que aún vive en la naturaleza y en África están algunos de ellos. No hay que perder la oportunidad de montarse en jeep y recorrer los parajes de safari donde, si somos un poco afortunados, nos encontraremos cara a cara con este gran felino.

Los leopardos son grandes cazadores. Sólo hace falta ver sus habilidades trepadoras para darse cuenta de que ni la gacela ni el lagarto del vídeo están a salvo. No en vano es el mejor escalador entre todos los grandes felinos.

El leopardo además es muy territorial: marca su territorio y expulsa a los intrusos que en él se adentren. En cuanto a la caza es un animal tremendamente dotado. Su visión es excelente incluso de noche, cuando lleva a cabo la mayoría de sus cacerías, y es capaz de alcanzar los 110 km/h en pocos segundos. Además es un animal muy fuerte, lo que le permite arrastrar a presas del doble de su tamaño hasta lo alto de un árbol, donde estén a salvo de afamados invitados.

Es un animal inteligente que calcula muy bien sus oportunidades. Calibra muy bien la edad de sus presas, su tamaño y estado —prefiriendo como todo cazador las crías, los ejemplares más viejos y aquellos heridos o enfermos—. Aprovecha su habilidad como trepador de árboles para acechar y su sigilo en medio de la sabana le permite ser un perfecto acechador también en tierra. No emprende la cacería si no tiene opciones reales de hacerse con una presa, y una vez emprende la carrera la abandonará si ve que la presa se le va a escapar. También incurre el hecho de que no es posible mantener durante largo tiempo una velocidad de más de 100 km/h, ni siquiera para los leopardos. Si yerra en un intento calculará muy bien sus oportunidades para la siguiente cacería.

Todo esto puedes verlo muy precisamente a través de un documental, seguro, con imágenes a cámara lenta… pero ¡queda tan lejos de lo que experimentarás si lo ves en directo!, en la sabana, en el territorio del leopardo, mientras estás de safari por el corazón de África. Simplemente no se pueden comparar las experiencias.

El leopardo es una criatura que despierta admiración. Sin ir más lejos cuenta con su propia enciclopedia online, la Leopardopedia y su propio nombre, de hecho, encierra enigmas. Deja traslucir la antigua creencia de que el leopardo es un híbrido entre el león (“leo-“) y la pantera (“-pardo”).

Son muchas las razones para querer oír de cerca el sonido de un leopardo. Sobran los motivos para reservar cuanto antes un safari que nos lleve a descubrir de qué está hecha la verdadera vida salvaje. ¿Te vas a conformar con verlo por televisión?