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Lake Naivasha Sopa Lodge se encuentra situado en la orilla este del lago Naivasha, a 15 kilómetros de la localidad de Naivasha y 105 kilómetros al noroeste de Nairobi, se encuentra este bucólico hotel, abierto en marzo del 2004, rodeado de 48 hectáreas de impresionantes jardines en los que las grandes acacias ofrecen unas estupendas sombras sobre el cuidado césped. Monos, cobos, innumerables especies de pájaros, alguna jirafa e incluso hipopótamos al anochecer son visitantes habituales de los jardines del lodge. Un paseo nocturno con el personal del hotel para intentar ver a estos impresionantes animales es algo inolvidable.
Las habitaciones del Lake Naivasha Sopa Lodge se encuentran distribuidas en 21 bungalows, con dos pisos de altura y dos habitaciones en cada piso, lo que hacen un total de 84 habitaciones. La construcción es bastante llamativa, de forma redondeada, y un gran sombrero cónico como tejado que casi llega hasta el suelo. La piedra volcánica de los alrededores y detalles en forjan son los elementos que predominan en el exterior y un gran ventanal en las habitaciones inferiores o la terraza en las superiores, hacen que todas ellas sean muy luminosas y cuenten con unas preciosas vistas.
Las habitaciones son muy espaciosas y acogedoras, con muebles clásicos en caoba que combinan con el color ocre de las paredes y el suelo enmoquetado, que contrasta muy llamativamente con la decoración más actual de los cuartos de baños, en un frío color azul y en los que llama la atención la presión del agua, tanto de la fría como de la caliente. Las habitaciones del piso inferior están diseñadas en dos niveles y disponen de dos camas queen size y una sala de estar en el nivel inferior delante de un gran ventanal, disponiendo de unos muebles de jardín en el exterior y de bañera en el cuarto de baño. Las habitaciones del piso superior tienen una cama king size y una magnífica terraza con la barandilla y los muebles de la misma de hierro forjado, no disponiendo de bañera como las habitaciones del piso inferior, sino de una gran cabina de ducha.
Las habitaciones están equipadas con caja fuerte digital, televisión (aunque no se sintoniza ningún canal español), teléfono, minibar (en estancias cortas hay que pedir que lo llenen), secador de pelo y enchufe universal en el cuarto de baño. Como atenciones, el hotel ofrece un par de botellas de agua en la habitación, amenities para el baño, apertura de cama, cierre de persianas y antimosquitos. Como hemos mencionado anteriormente las vistas de las habitaciones son muy agradables y disponen de terraza, integradas en el jardín las habitaciones del piso inferior.
Seis de los pisos inferiores se pueden convertir en habitaciones comunicadas y dos habitaciones están adaptadas para personas con movilidad reducida.
Atravesando la zona de recepción y dejando atrás la tienda entramos en el edificio principal, de forma también redondeada, altos techos de los que caen tres grandes chimeneas de cobre sobre los que encuentran numerosos sillones y grandes cristaleras por todos lados. En uno de los lados encontramos el bar y en el contrario el restaurante principal, donde se vuelve a repetir el patrón decorativo, altos techos con gran chimenea de cobre colgada del mismo, grandes cristaleras y mobiliario de madera. El complejo también cuenta con otro bar en la zona de la piscina y un restaurante, “Pizza & Grill” en esa misma zona.
Los jardines son espectaculares, grandes zonas abiertas cubiertas de césped con gigantescas acacias y arbustos con delicadas flores. El conjunto es increíble.
La gigantesca piscina cuenta con bar en el interior de la misma y zona para niños. Es una de las mayores piscinas en hoteles de safari que hemos visto.
A escasos metros de la piscina se encuentra el gimnasio, la sauna y una pista de tenis.
El hotel cuenta con servicio de lavandería, cuidado de niños bajo petición y servicio de cambio de divisas. La cobertura de los móviles es buena y tienen wifi gratuito en las zonas comunes. Aceptan tarjetas de crédito.
El propio hotel organiza paseos en bote por el lago, paseos a caballo, paseos por sus jardines acompañados por un naturalista para observar la flora y fauna.