KISIMA NGEDA TENTED CAMP

Una joya en un oasis

Kisima Ngeda Tented Camp está situado a orillas del Lago Eyasi, con amplias vistas hacia la falla geológica que es el Valle del Rift que atraviesa la zona y con el Ngorongoro como telón de fondo. Ubicado en un bosque de palmeras y acacias, forma parte de una granja familar de 80 hectáreas de superficie. Arusha se encuentra a 4 horas y ½ de conducción, mientras que son necesarias 2 horas para llegar al cráter de Ngorongoro o mediodía de camino por carretera para el Serengeti.

El campamento está diseñado para armonizar con el entorno natural; construido casi por completo con palmeras y árboles de la propiedad, todas y cada una de las siete tiendas de Kisima Ngeda están construidas sobre una plataforma permanente y cubiertas con un tejado de paja. En la decoración de las amplias tiendas también está presenta la madera, básicamente todos los muebles son de madera local y están hechos a mano, el piso es también de madera aunque en la zona de la habitación está recubierto por abundantes alfombras y consiguen una agradable sensación de sencillez y comodidad. Las tiendas cuentan con cuarto de baño con ducha y abundante agua caliente. Las tiendas están cuidadosamente diseñadas para ser de bajo impacto al medio, y sus interiores son amplios y muy cómodos. Todas ofrecen increíbles vistas del lago.

Kisima Ngeda no es un establecimiento de lujo como los que podríamos encontrar en otras zonas, pero es un conjunto extremadamente agradable que nos ofrece una experiencia distinta y fascinante gracias a su privilegiada situación para visitar a los Hadzabe o los Datoga y que nos ofrece una experiencia alejada de los lugares más transitados del turismo de esta zona de Tanzania. Es uno de esos lugares en los que las fotografías no pueden captar la magia del lugar, y en ello tiene mucha culpa la constante preocupación de sus propietarios por intentar que todo esté siempre perfecto. Es un establecimiento que obviamente hace subir nuestro presupuesto, al salirnos de la más habitual ruta de safaris y ampliar el núermo de días del viaje, pero la experiencia lo merece sin lugar a dudas.
Nuestra opinión…

Un crisol de culturas, Kisima Ngeda ofrece una experiencia diferente a la que los viajeros experimentan en un safari tradicional. Aquí, los turistas pueden bajarse del vehículo – para explorar las sendas alrededor del lago, ir en canoa por la orilla, montar en bicicleta de montaña por entre los baobabs y acacias, pasear por las aldeas cercanas, o simplemente sentarse a disfrutar de las increíbles vistas del lago (especialmente a la puesta de sol, desde lo alto de la roca).

Mientras que es posible ver animales, lo que hace a Kisima Ngeda realmente especial es la oportunidad de visitar a las comunidades étnicas locales. Los waDatoga son un grupo pastoril como los Maasai, y es siempre interesante visitar a los herreros locales o una Boma (aldea) Datoga. Y por supuesto pasar un día con los waHadzabe, que es como realizar un viaje a nuestro propio pasado y repensar nuestras ideas sobre tradición y modernidad…

Kisima Ngeda se ha convertido ya en parte del bello escenario, una joya oculta construida en el interior de un oasis remoto.