ÁREA DE CONSERVACIÓN DEL NGORONGORO

Uno de los espectáculos más grandiosos del mundo

Situada al norte de Tanzania, entre el Serengeti y el Lago Manyara. Con una extensión de más de 800.000 hectáreas, esta Área de Conservación, a diferencia de los Parques Nacionales, se creó, no sólo para preservar su excepcional flora y fauna, sino también para salvaguardar el estilo de vida tradicional de los pueblos indígenas así como sus intereses y para promover el turismo en Tanzania. Más de 40.000 pastores, fundamentalmente masai, habitan estas tierras y es fascinante para el turista poder disfrutar de la experiencia de contemplar la coexistencia de éstos pastores con sus ganados y la más pura vida salvaje. El pueblo masai tiene derecho al uso de esta área para pastoreo pero tienen prohibido los cultivos dentro del cráter. En 1979, la UNESCO la declaró Patrimonio de la Humanidad y obtuvo estatus de Reserva de la Biosfera

En el Área de Conservación, dominada por el valle del Rift, podemos encontrar nueve volcanes de los cuales sólo uno, el Oldoinyo Lengai, también llamado “La montaña de Dios”, está activo. Se cree que estos volcanes se formaron hace más de cuatro millones de años y que del polvo y cenizas de sus erupciones arrastradas por el viento se hicieron las tierras fértiles de las llanuras del Serengeti. Además, contiene las llanuras del Ndutu, los bosques de la Reserva de las Tierras Altas del Norte, la garganta de Olduvai, de gran valor arqueológico por los fósiles encontrados y considerada por algunos como la “cuna de la humanidad” y la gran estrella de esta área que es el Cráter del Ngorongoro.

En el Área de Conservación, dominada por el valle del Rift, podemos encontrar nueve volcanes de los cuales sólo uno, el Oldoinyo Lengai, también llamado “La montaña de Dios”, está activo.
Sabías que…

Todo un espectáculo visual es contemplar en el verano la migración de millones de animales que, procedentes del Serengeti, atraviesan las llanuras de la Reserva. Se calcula que estas migraciones mueven 1.200.000 ñus, 200.000 cebras y 300.000 antípoles entre otras muchas especies.

Respecto a las aves se estima que hay registradas unas 500 especies diferentes. En el Lago Makat destacamos el avestruz, el pelícano blanco y muchísimos flamencos, sin embargo, en la Laguna de Gorigor, en el Lago Eyasi, en el Lago Ndutu y el en lago del cráter Empakai es más frecuente encontrar una enorme cantidad de garzas, ibis, cercetas, pato malvasia, gaviotas cabecigrises, fumareles cariblancos, rascones y avocetas. Además, podremos ver diferentes especies de cigüeñas, quebrantahuesos, águila cafre, halcones, buitre egipcio, avutardas y pájaros carpinteros.

Nos vamos a centrar en los dos sitios de mayor interés turístico, por ser visita obligatoria tanto por sus paisajes sin igual como por su riqueza arqueológica. Estos son la garganta de Olduvai y el Cráter del Ngorongoro.

GARGANTA DE OLDUVAI

Los descubrimientos hallados en las excavaciones realizadas en la Garganta de Olduvai han convertido este lugar en uno de los más importantes para la investigación sobre la evolución de la especie humana. Se mantienen varios yacimientos paleontológicos y arqueológicos donde se estudian restos de diferentes eras que, gracias a los extraordinarios fósiles y restos de homínidos encontrados, se piensa que desde hace 3 millones de años varias especies de homínidos han ocupado esta zona. Aquí se han encontrado el Australopithecus Boisei, de 1.750.000 años de antigüedad, el Homo habilis, huesos de muchos animales extintos y las huellas fósiles del que se considera el homínido más antiguo encontrado con más de 3.600.000 años de antigüedad.

Aquí se han encontrado el Australopithecus Boisei, de 1.750.000 años de antigüedad, el Homo habilis, huesos de muchos animales extintos y las huellas fósiles del que se considera el homínido más antiguo encontrado con más de 3.600.000 años de antigüedad.
No te pierdas…

La Garganta de Olduvai se sitúa en el norte de Tanzania, al este de las llanuras del Serengeti y es un gran barranco empinado de unos treinta kilómetros de largo emplazado en el Gran Valle del Rift. Se cree que hace millones de años este sitio pudo ser un gran lago en cuyas orillas se acumulaban depósitos sucesivos de cenizas volcánicas y que por la actividad sísmica se formó un arroyo que con la erosión comenzó a cortar los sedimentos revelando siete capas principales de las paredes de la garganta.

CRÁTER DE NGORONGORO

El cráter de Ngorongoro está ubicado en el borde oriental del Serengeti al norte de Tanzania. Se cree que hace unos tres millones de años pudo ser una de las montañas más altas del mundo, pero se colapsó y, antes de explotar, se derrumbó formando la caldera más antigua del mundo. Su área es de unos 260 km² (más de 4 veces la superficie de Manhattan), su diámetro de unos 20 km, la altura desde el suelo del cráter al borde es de unos 600 metros y su altura media es de 2.300 metros sobre el nivel del mar. El cráter contiene un lago salino pequeño, el lago Makat o Magadi y el pantano Gorigor. Considerada por algunos como la “Octava Maravilla Natural del Mundo” y por otros como “Jardín del Edén de África”, lo que es indudable es que sin ser la caldera más grande del mundo sí es la que más vida alberga dentro con una concentración de unos 30.000 animales de forma permanente. Es sin duda un lugar imprescindible para los amantes de África y de la Naturaleza.

Su área es de unos 260 km², su diámetro de unos 20 km, la altura desde el suelo del cráter al borde es de unos 600 metros y su altura media es de 2.300 metros sobre el nivel del mar.
Sabías que…

El cráter de Ngorongoro es un lugar único, de belleza espectacular, una ofrenda de la Naturaleza para la flora y la fauna. Lo sorprendente de este lugar es su variedad de biotopos en una superficie relativamente pequeña que hacen que su fauna sea aún más rica. Aquí encontramos desde los bosques de sus faldas, el clima y vegetación de alta montaña de su anillo y ya dentro del cráter zonas de pastizales, pantanos, la sabana de bosques lerai, las charcas de Gorigor, los manantiales de Ngoitokitok, las llanuras de Ilturot Lorkereyan, el Lago Magadi, las colinas de Ndoinyo Olkaria, el río Munge y otros arroyos y riachuelos que hacen de este sitio un lugar extraordinariamente fértil que garantiza el desarrollo de los animales que lo habitan y que explica su densa concentración permanente.

En cuanto a la fauna, el cráter alberga la mayor densidad de depredadores de África y constituye el hogar de los “cinco grandes”: rinoceronte, león, leopardo, elefante y búfalo.

Los animales entran y salen con facilidad del interior de cráter, pero el suelo fértil y la gran cantidad de agua hace que la vegetación sea abundante, con lo que los herbívoros no tienen intención de abandonarlo y los predadores menos aún, pues la cantidad de posibles presas que encuentran les motiva lo suficiente como para quedarse.

En el cráter pueden verse rinocerontes negros, que aunque diezmados por la caza furtiva, desde que se eliminó ésta, su población se está recuperando al encontrar aquí un refugio seguro. También los hipopótamos se encuentran en gran número ocupando lagos y charcos y rodeados de aves que se posan sobre ellos para alimentarse de los insectos que se instalan en sus cuerpos. Los impresionantes elefantes machos del cráter son especialmente famosos pos su elevada edad y sus enormes colmillos. Se avistan fundamentalmente en la zona del bosque Lerai, llamado así por los masai en honor del árbol más abundante de la zona: la acacia de corteza amarilla, en cuyas ramas podremos ver también algunos leopardos. Además, el cráter alberga una gran manada de gigantescos búfalos, los llamativos leones machos de melena negra, ñus, cebras, eland, gacelas de Thomson, redunca, bubal, chacales dorados, chacales de dorso negro, zorros orejudos y hienas manchadas de pelo corto, entre amarillento y rojizo que son los predadores más abundantes del cráter. También es posible ver algún guepardo, que siendo muy común en la Reserva no abundan en el cráter por la cantidad de especies competidoras como las hienas y los leones.

Definitivamente, ninguna otra reserva ofrece un espectáculo tan grandioso como el cráter de Ngorongoro en el que hay tal representación de la fauna africana que resulta casi increíble.