PARQUE NACIONAL DEL LAGO MANYARA

“Las verdes colinas de África”

Es un pequeño Parque de unos 330 km², de los que unos 200 km² aproximadamente pertenecen al lago, pero tremendamente atractivo tanto por su variedad de fauna como de flora, y que suele suponer el primer contacto con las maravillas naturales que nos ofrece Tanzania. Situado en la base del Grant Rift Valley, su entrada está situada a escasos 600 metros de la carretera que une Arusha con Ngorongoro y Serengeti, estando a unos 120 km de Arusha, algo menos de 2 horas, y a unos 48 km del cráter de Ngorongoro, 1 hora aproximadamente en automóvil. Para los que elijan avioneta como medio de transporte, están de suerte, pues la pista de aterrizaje se encuentra a escasos 10 minutos de la puerta del parque.

 Es increíble la diversidad existente en tan poco espacio. Sí, estamos en Tanzania.
Sabías que…

El Parque se encuentra a una altitud entre los 960 y los 1.800 metros sobre el nivel del mar, rodeado al oeste por un desfiladero del valle del Rift y al este por el lago Manyara y presenta dos temporadas de lluvias al año, una temporada de lluvias cortas entre mediados de noviembre y mediados de diciembre, y una temporada de lluvias largas entre mediados de marzo y finales de mayo.

La belleza del Parque no estriba en grandes manadas de animales o grandes llanuras o montañas, sino en su diversidad, tanto de paisajes como de fauna, siendo los principales iconos del parque los leones trepadores de árboles y su maravillosa población de aves.

La diversidad de su flora nos ofrece bosques húmedos, sabana, pantanos, dehesas y bosques de acacias, eso sin olvidarnos del lago de aguas alcalinas, cuya elevada concentración de fosfatos y sulfatos atrae a una grandísima concentración de aves, entre las que destacan miles de flamencos rosas que en ocasiones llegan a teñir las orillas de su precioso colorido. Los amantes de la observación de aves tienen aquí uno de sus paraísos, pues se han contado más de 400 especies diferentes, entre las que destacan aparte de los mencionados flamencos, cigüeñas, pelícanos, cormoranes, ibis, avutardas y un largo etcétera.

Los amantes de la observación de aves tienen aquí uno de sus paraísos, pues se han contado más de 400 especies diferentes, entre las que destacan aparte de los mencionados flamencos, cigüeñas, pelícanos, cormoranes, ibis, avutardas y un largo etcétera.
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En la zona selvática de la entrada habitan gran cantidad de babuinos y monos azules, y a lo largo del parque podremos observar elefantes, búfalos, hipopótamos, jirafas, cebras, impalas y aunque el leopardo está presente en el parque es de muy difícil observación. Lo que no podremos encontrar son rinocerontes. La zona selvática inicial donde la vegetación es bastante abundante nos obliga a estar “buscando” los animales, sobretodo los leones trepadores, y este hecho nos sumerge plenamente en la aventura africana de la búsqueda de los animales. Un poco más tarde esta zona selvática dará paso a paisajes más abiertos donde los grandes mamíferos se nos presentan de una manera tan natural que convierten todo en una dulce armonía, llevando incluso a poder observar una de las “postales” del parque, grupos de jirafas tumbadas con el lago al fondo lleno de pelícanos rosas. Es increíble la transformación existente en tan poco espacio. Sí, estamos en Tanzania.

Lago Manyara es el único Parque del norte dónde están permitidas salidas nocturnas en vehículos. Los safaris organizados no suelen ofrecer esta posibilidad, pero si están interesados no duden en solicitarnos información al respecto para intentar planificar dicha actividad.

Y para los amantes de la literatura, comentarles que Hemingway también estuvo aquí, aunque antes de que fuera declarado parque nacional, como describe en su libro “Las verdes colinas de África”, en el que describe sus cacerías en los alrededores del lago.