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Masai Mara Sopa Lodge está situado en el borde este de la Reserva, en la ladera de una colina, este lodge de 100 habitaciones es uno de los primeros que se construyó en Masai Mara. Nairobi se encuentra a unos 240 kilómetros, unas 4 horas y media por carretera, bastante buena hasta Narok, pero en lamentable estado a parir del desvío a las afueras de esta población, haciendo que llegar a la última zona que no se encuentra asfaltada se reciba con satisfacción.
El entorno es muy agradable, en mitad de una ligera colina y con sus construcciones diseminadas sobre la ladera, que hacen que el conjunto se encuentre muy integrado en el entorno.
El lobby es una edificación funcional que deja paso unos escalones más abajo al edificio principal que sirve de bar y distribuidor al resto del lodge, ya sea al restaurante, como a la terraza y a la piscina y finalmente a las habitaciones, que se encuentran a ambos lados del mismo construidas en 50 edificios de forma redondeada, como las bomas masais, con techos altos de paja y que cada uno de ellos acoge 2 habitaciones con un pequeño pero encantador porche en la entrada.
El hotel cuenta con una suite luna de miel, 12 suites estándar con una construcción muy parecida a las habitaciones estándar, aunque más amplias, y que cuentan con un recibidor compartido en cada edificación en la entrada, y que son utilizadas en numerosas ocasiones como habitaciones familiares., y el resto son habitaciones estándar, muy correctas, con un tamaño adecuado y una cama King size o dos camas quenn, tragaluz, ventanas con mosquitera y una gran cómoda y un cuarto de baño funcional con ducha.
El restaurante es un gran edificio circular con altos techos presidido en el centro por una gran chimenea y decorado como el resto del conjunto en un ambiente muy africano.
Dispone de dos bares, el bar principal, Jumbo, del que hemos hablado anteriormente y que sirve de distribuidor y sala multifunción, pues es aquí donde los masais realizan el espectáculo nocturno, y el lugar ideal para tomarse tranquilamente un café o una cerveza. Y el bar Murani que se encuentra en la parte inferior del lodge, por debajo de la piscina, y que hace las veces de salón social, al tener la televisión y una mesa de billar. Por las noches, desde la terraza de este bar se pueden divisar chacales y carroñeros menores, e incluso en ocasiones hienas, que vienen a comer lo que les echan, una práctica poco “natural” y que deseamos que remita en el futuro, pero que deja adivinar, más que ver, a estos carroñeros. Por cierto, llévense una prenda de abrigo, que por la noche refresca.
El lodge cuenta también con una preciosa piscina con muy buenas vistas y un pequeño bar, y una pequeña tienda de regalos.